14.6.07

CUANDO LO IMPORTANTE SE HACE URGENTE

En la realización del programa Apolo, impulsado por el Presidente Kennedy, lo que de verdad impactó en la conciencia humana, no fue tanto la imagen de los astronautas dando saltitos ingrávidos sobre la Luna, sino la visión tan bella de nuestro planeta azul visto desde el espacio exterior. Cuando contemplamos por vez primera aquella esfera brillante, flotando en medio de la oscuridad sideral, yo creo que cambió nuestra relación con el planetaTierra.

Se trataba de una percepción que no había sido errada, ya que algo más tarde el científico espacial, James Lovelock, y la microbióloga, Lynn Margulis, formulaban la Hipóteis Gaia, que proponía la realidad de una Tierra viva, de un planeta que se comporta como un organismo. Lo más gratificante era que ese organismo vivo era nuestra Madre, nuestra Madre Tierra. No existiríamos sin Ella, pero somos tan prepotentes, tan niños malcriados, que pensamos que somos sus dueños, que es de nuestra propiedad. Concibo la propiedad privada sobre simplezas manufacturadas como un coche o una casa, pero ¿sobre la Tierra? No lo puedo soportar. Sufro cuando la propiedad privada se refiere a importantes extensiones de terreno.

Según la conciencia que tengamos de la Tierra, así será nuestra actitud política respecto a ella. Si pensamos que no es más que una fuente de recursos y de energías, seguiremos explotándola; si la consideramos como nuestro hogar, cuidaremos este entorno y seremos medioambientalistas; pero si nos consideramos engendrados por ella, como Naturaleza nosotros mismos, entonces seremos ecologistas, palabra por cierto proscrita por la política, ya que la ecología ha sido sustituída por el “medio ambiente”, es decir, que la casita propia ha pasado a ser el paradigma de la Naturaleza-Tierra. Algo parecido a la sustitución del feminismo por "políticas de género".

Lo que sucede es que hemos perdido de vista que nosotros somos también Naturaleza. Ya el ecólogo Gregory Bateson descubrió en todos los niveles de existencia, desde la Naturaleza hasta el Espíritu, una pauta que conecta. Las pinzas del cangrejo, las patas delanteras del caballo y nuestros brazos, por ejemplo, son equivalentes. Se trata de un patrón universal que hace que la gramática y la anatomía de los cuerpos no sean algo ajeno, que hace que la proporción áurea sea una constante en la Naturaleza, una proporción que ha sido copiada por el arte. El Partenón, por ejemplo, fue construido de acuerdo con esa proporción áurea, por eso es lo que es, por eso nos extasía.

Pero nosotros hemos perdido esa manera de pensar porque la ciencia ha discurrido por lógicas reduccionistas y binarias, pero también por prejuicios religiosos, seamos creyentes o no. No es lo mismo creer que la Tierra es nuestra “Mater Natura”, que nos ha engendrado y que por tanto somos de su misma naturaleza, que creer en un Dios que nos creó de la nada, “ex nihilo”, dice la teología. Aquí no hay pauta que conecte. Y más cuando ese Dios (Yáhvéh) manda dominar la Tierra, es decir, destruir a la divinidad enemiga, léase, la Diosa Madre de los filisteos, los amonitas, los egipcios, los babilonios…. O sea, Astarté, Innana, Isthar, Tiamat, Cibeles…. Dominar la Tierra y destruír a la Diosa eran acciones correlativas. Ahí sí que había una pauta que conectaba.

La conciencia de una ecología profunda debería hacernos ir evolucionando desde una política económica hacia una política ecológica: lo que supone la diferencia entre potenciar lo factible y potenciar lo viable sostenible. Aquí hemos optado por lo factible. ¿Cuántos campos de golf caben en el País Valencià? Pues eso. ¿Cuántos horribles rascacielos en Benidorm? Ni uno más: objetivo cumplido.

Sólo podemos salvar lo que amamos. No basta, pues, la protección del medio ambiente, sino la empatía ecológica, que se extiende hacia todo lo que vive, hacia la Tierra toda, que no es sólo nuestro hogar, sino nuestra madre, y no metafóricamente, sino de modo real: somos criaturas de la Tierra. Somos Naturaleza.

El siguiente paso consistiría en pasar de la ecología a la ecosofía, es decir, de una política de viabilidad ecológica a un modo de vida en armonía con todo lo viviente. Se trata de crear una conciencia de unidad, de interrelación entre las hijas y los hijos de la vida, porque, como dijo Deleuze, “el torrente de la vida no crea estructuras equívocas, sino unívocas”.

En la reciente cumbre del G-8, lo más relevante ha sido el debate sobre el nefasto escudo antimisiles, cuestión fundamental, por lo visto, para nuestra supervivencia y calidad de vida. La ecología, que para ellos son los gases contaminantes y las medusas en el Mediterráneo, pues bueno, ha quedado para otro momento: puede esperar una vez más. Primero las armas, luego… ya veremos. ¡Es tan vergonzoso que semejantes sujetos gobiernen el mundo, o sean las marionetas de los sujetos que manejan el capital!….

En estos asuntos y en el modo de abordarlos podríamos revisar lo que Kölberg definió como paradigma de la ética de la responsabilidad, atribuída a lo público, y de la ética del cuidadado, perteneciente al ámbito de lo privado y adjudicada culturalmente a las mujeres. Esta última ética es la que ha elegido el ecologismo, porque no puede existir responsabilidad que valga sin cuidado, por eso lo que acabamos de contemplar en la reunión del G-8 corresponde más bien a una ética de la irreponsabilidad en grado absoluto.

También cuando Sarkozy alardea de que con él va a desaparecer la herencia de mayo del 68, como si eso fuera una antigualla… es para ponerse a temblar, porque esa herencia es fundamentalmente el pacifismo, el feminismo y el ecologismo, que si siempre han sido importantes, ahora empiezan a ser urgentes. Pero eso no está en la agenda política de muchos gobiernos, aunque tengo que reconocer que, en este momento político, en España sí figuran en la agenda, al menos figuran.

Pero no basta que estén en la agenda política si la sociedad civil organizada no va creando una conciencia crítica en estos sentidos, porque estos movimientos vuelven a ser vanguardia precisamente por la urgencia que supone un planeta degradado, unos países en continuas guerras, una situación de opresión y exclusión de las mujeres en el mundo, que al mismo tiempo siguen siendo el motor de la humanización, de la civilidad. Sin su enorme compromiso con la vida, muchos países y millones de seres humanos habrían desaparecido.

De todos modos, apunto que el feminismo supone también un pacifismo y un ecologísmo implícitos, pero el pacifismo y el ecologismo nunca han incluido al feminismo en sus presupuestos básicos, algo que deberían pensarse. Precisamente, si alguien ha estado y está en la brecha de la lucha contra un sistema de violencia estructural que se llama Patriarcado, cuyos pilares se han basado en la explotación de la Naturaleza, en la guerra y en la dominación de las mujeres, ése ha sido el movimiento feminista.

No sé si es políticamente correcto hablar de pacifismo, de feminismo, de ecologísmo, pero creo que ya es hora de pasar de lo políticamente correcto a lo humanamente relevante. Lo que sucede es que esos movimientos también han de dar un salto cualitativo porque deben abandonar de una vez la falsa perspectiva de que son minoritarios colectivos ciudadanos, para tomar conciencia de su responsabilidad de liderar los intereses urgentes y reales de toda la humanidad, aunque esos intereses y necesidades duerman latentes en medio del bullicio, de todo este ruido del día a día, del desarrollismo descerebrado e interesado, de nuestros intereses inmediatos…. De tantas cosas que nos hacen olvidar lo que importa. Porque, además, lo que importa, lo importante, ha devenido YA cuestión urgente.

CASANDRA


Estos apuntes me sirvieron para presentar recientemente en Sevilla la Asociación “Mujer y Naturaleza”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Señora, creo que su opinión es cuando menos poco informada, ya que no cita para nada el debate que se produce en la comunidad científica, a la que, por su discurso, usted no parece pertenecer... El IPCC, fuente primigenia de ecologismo corporativizado, es un campo donde políticos mutilan sesgan y recortan informes científicos. Los estudios científicos utilizan el ecologismo como gallibna de los huevos de oro para obtener financiación, y cuando esto es denunciado, se ataca maniqueamente a los denunciantes, tachándolos de maricones (caso de Bjorn Lomborg) o de servir a intereses oscuros (caso de lecturas termométricas de altitud de la NASA que invalidan los modelos).

Me da la impresión que su buena intención de conservar el planeta, que es necesario, se ve empeñada por una visión ideológica de la misma que es absolutamente irracional. Es desgraciadamente lo más parecido al integrismo, aparte del islámico, que existe en Europa en nuestros días.

Anónimo dijo...

En España estamos mucho más avanzados, judicialmente hablando. Antigüamente era la justicia quien acusaba juzgaba y sentenciaba.

Ahora que hemos entrado en la modernidad, son los medios (falsimedia) quienes avanzan lo que debe hacer la justicia.

Respecto al independentista vasco Otegi, el diario "El Mundo" del 17 de Junio afirma:

"Otegi, que va a sufrir el acoso judicial aislándolo de la capacidad de decisión a base de condenas cortas pero sucesivas"

Como véis, en un sistema de capitalismo avanzado, la productividad es muy superior y los jueces no necesitan reunirse ni decidir puesto que la prensa ya lo ha hecho antes.

Garzón, como tantos otros españoles, se solidarizan con las causas más heterogéneas incluso alguna estrambótica como la de la RCTV o Televisión Contra la Revolución, siempre que estén situadas a más de 1500 KM. de su Madrid.

Ello puede explicar que, tras años y años de tomar declaración a personas con síntomas de haber sido torturadas, quienes declaran autoacusándose de actos que llevan aparejados condenas de cuarenta años, se le haya ocurrido al superjuez, al no poder ya mirar hacia otro lado tras las continuas denuncias de organismos internacionales sobre la persistencia de la tortura en España, el proponer medidas como que los interrogatorios sean grabados.

Pero, claro, tanto viajar para dar lecciones donde tienen la dignidad tan por encima de la "madre" patria, le escasea el tiempo y como pasa el tiempo que de pronto son años............

Sigan ustedes levantando bien alta la bandera de la dignidad y viva la revolución Bolivariana.
Mario

Julia Ardón dijo...

Excelente nota, Victoria, te enlazo Ya.
Saludos desde Costa Rica.

Anónimo dijo...

1)La luna jamás ha sido pisada por ser humano alguno. Fué un montaje de los americanos en plena guerra fría
2)REcordemos que la Ciencia ha sustituído a la religión como instrumento en la eficacia del poder.Ya hace tiempo que es la REligión más eficaz.Por eso el anónimo que participa en los comentarios más arriba, pretendiendo sugerir que Ciencia y Política son cosas diferentes,y esgrimiendo una "actitud" Científica,quizás no haya comprendido todavía que, quien paga, manda.¿O no?
3)Fisis: todo aquello que hay más allá de las palabras que lo nombran. ¿Naturaleza?
4)Es inútil que esperemos algo del poder en relación a la "Naturaleza". Respecto a los llamados Ciudadan@s, la mayoría tiene una mentalidad depredadora y poco se podrá esperar de ellos.
5)La mejor manera de preparar una tormenta es cuando se está en calma. Cuando llega de golpe, ya nada puedes hacer. Puro sentido común.¿Podrá este pensamiento o lógica tan aplastante calar en la mente de suficientes personas, en medio de un ambiente de idiotez creciente?
Saludos

Unknown dijo...

Estoy preparando un grupo de trabajo para un congreso de mujeres.El tema es La Inteligencia Ecológica y me han sugerido unas amigas que me informara del ecofeminismo y hoy navegando he encontrado su artículo,con el que me identifico plenamente.El libro que a mi me hizo despertar del tonto sueño en el que algunas mujeres hemos estado sumergidas fue Ecosofia para la espiritualidad de la Tierra del profesor Raimon Panikar.
Quiero decirle que utilizaré su artículo para trabajar el tema y ademas me gustaria estar en contacto.Tambien estoy formando una asociación de mujeres, mas bien
creando un espacio de debate y acción y quiero que el ecologismo sea un puntal.

Gracias.

Anna Mercade dijo...

Estoy absolutamente de acuerdo con todo lo expuesto en este artículo. gracias a las mujeres y a su compromiso con la Vida, la humanidad sigue su curso.Las mujeres creadoras de vida son por naturaleza, por biologia y por responsabilidad comprometidas con el cuidado y la conservación de toda vida y por lo tanto contra la destrucción y las guerras. Por ello esoy absolutamente convencida que el feminismo, la ecologia y el pacifismo van unidos. Las mujeres son innatamente ecológicas, pacifistas y feministas aunque no sean conscientes de ello.Aunque los lideres continuan siendo los hombres. Creo que si es urgente como mujeres tomar consciencia de ello y pasar a la acción, por el bien de la especie y de la sociedad.