6.10.09

SUEÑOS OLÍMPICOS

SUEÑOS OLÍMPICOS

Hace un par de días Madrid despertó de su sueño olímpico, que para el ínclito alcalde de la ciudad se convirtió en una pesadilla. La ciudad de Atenas en la Antigüedad no vivía semejantes sobresaltos de ser o no la elegida, ya que cada año se celebraban los mismos fastos en honor de la diosa protectora de la ciudad, las Panateneas. Cada cuatro, al igual que los juegos olímpicos –organizados siempre en Olimpia- se festejaban las Grandes Panateneas con más pompa de lo habitual, con certámenes poéticos y conciertos, pruebas atléticas y procesiones en honor de la Diosa. Eran las fiestas religiosas más importantes del año.
Los modernos Juegos Olímpicos se retomaron desde 1896 gracias al impulso del Barón de Coubertin, interrumpidos únicamente durante los años más cruentos de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Pero ya no eran en honor de Palas Atenea, sino en honor, más bien, del rey Midas, aquel que deseaba convertir en oro todo cuanto tocaba.
Me pregunto cómo el regidor de una ciudad puede centrar todos sus sueños, desvelos y quehaceres en la celebración de semejante evento, pudiendo soñar con una ciudad de más alta calidad de vida para sus vecinos. Con más parques, zonas verdes y peatonales, ambulatorios y hospitales, escuelas, guarderías, centros culturales, campos deportivos, teatros, bibliotecas y conservatorios para todas, para todos. Pero no, lo que interesa es que corra el dinero y se pierda en los bolsillos de promotores, constructores, comisionados, partidos políticos, banqueros y petimetres nacidos al calor de la hoguera olímpica. Lo que importa es remover los cimientos de la ciudad en miles de obras que la conviertan en un campo minado de difícil tránsito. Todo para el bien de la ciudad, faltaría plus.
Ahora la china le ha tocado a Río de Janeiro. Ya imagino a todas las mafias del mundo afilando sus cuchillos para la próxima cacería. La mano de obra les va a salir mucho más barata. Cualquier descamisado de las “favelas” les servirá de camello-carnedecañón, las “garotas” de Ipanema empezarán a ser reclutadas para los miles de servicios sexuales que la testosterona en alza reclame en esos días de euforia varonil, y el dinero negro correrá por los cauces espaciosos y fértiles del Amazonas arramblando con cuanto espesor le sirva a la industria maderera.
Después de los fastos todo volverá a cuanto solía. Los camellos a sus hacinadas cárceles y las “garotas” a sus miserables vidas. Yo, mientras tanto, como Lisbeth Salander, “aborrezco a todos los hombres que no aman a las mujeres”. Lástima que haya muerto Stieg Larsson. ¡Qué buen tema para su próxima novela!
Le sugiero al alcalde mencionado que cada año celebre en Madrid las fiestas en honor a Cibeles. ¡Fuera las corazonadas de infarto!
CASANDRA