21.4.08

LA POLÍTICA DE LO POSIBLE

No sé por qué me olfateo que esta legislatura que comienza nos va a poner a todos en nuestro sitio. No tanto por la legislatura en sí como por los tiempos que corren. Por eso creo que ya basta de jugar a posibilismos en política y de sacar tajada –de lo que sea- en beneficio propio.

Ya expuse en mi último libro, “Matria”, lo que puede significar lo posible en política, porque lo posible puede funcionar como una especie de corsé que nos blinda con miedos, prudencias excesivas, cálculos interesados, pacatas visiones, inmediatismo miope y, en fin, todas esas boludeces que componen el mosaico de lo que ha dado en llamarse “el arte de lo posible”. Por el contrario, lo posible también puede significar, y significa para mí, una infinidad de opciones, de caminos sin explorar, de horizontes nuevos, de procesos transformadores, de utopía real, de libertad de acción, de soluciones imaginativas en un proceso creativo inacabable. Si la primera acepción de lo posible no es más que “posibilismo”, la segunda constituye “lo posible creativo” que nos lleva a trascender el timorato principio de realidad. Un principio que está blindado por todos los miedos del mundo. Nos han y nos hemos “domesticado” en un principio de realidad tan atosigante que nos parece normal pasar más de veinte años formándonos para terminar utilizando todo nuestro bagaje y nuestra fuerza de trabajo en pagar una hipoteca de por vida a un banco, cuyos directivos cobran sueldos, bonos, liquidaciones y pensiones fabulosas. Esto es de locos o de idiotas: y a esto lo llamamos “realidad”. Para matarse de risa o de pena.

Pues bien, parece que Zapatero en algunos aspectos es lo suficientemente valiente y osado como para saltarse el principio de realidad, al menos en lo simbólico. Al traer a las tropas de Irak, desairando al primo de Zumosol, Zapatero demostró que, si existe voluntad política, casi todo es posible. Ahí se definió claramente como pacifista internacional. Antes y ahora ha tenido el valor de hacer el gesto, casi único en el mundo, de nombrar un gobierno paritario (nuevo miembros varones contando con él, y nueve mujeres). Y en esta nueva etapa, nombrar a una mujer –y a una mujer embarazada- como Ministra de Defensa, que pasa revista a las tropas en su estado de gestación y que se va ¡a la tierra de los talibán! a visitar a las tropas. Eso no lo veíamos desde Pentesilea, la amazona que se enfrentó al héroe Aquiles en la guerra de Troya. ¡Bravo por los dos! El hecho de que todavía les choque a algunos, significa que en los laberintos del inconsciente, la gestación y el parto siguen siendo algo sucio, obsceno, por lo cual hay que purificarse como se hacía desde tiempos ancestrales. La sangre del menstruo, es decir, de la vida, es repugnante. Mientras que la sangre del héroe, de la muerte, es una sangre que no envilece, sino que exalta. Los de la “caverna” han salido de sus guaridas para ladrar y mostrar sus vergüenzas machistas. No merecen nuestra atención.

Sin embargo, lo que me extraña es que la vida política de las mujeres no acabe de consolidarse. A Caldera lo desplazan del ministerio y enseguida le montan una Superfundación, y todo por el estilo. Pero ¿a dónde ha ido a parar Soledad Murillo, que ha sido la muñidora de la Ley de Igualdad desde una Secretaría de Estado? Y ahora viene una jovencita, estupenda, seguro, muy querida de Chaves, que la desplaza así, sin más. Estos comportamientos me recuerdan a lo que yo también definía como “política del harén”. El dedo omnipotente del sultán taifa decide qué mujeres ocupan los huecos de las cuotas. He leído fervientes entusiasmos de los grupos feministas hacia la nueva ministra sin que nadie ponga las cosas en su sitio. ¿Qué pasa? ¿Las pueden dejar sin subvenciones? A mí también, pero no tengo miedo, y, sobre todo, tengo vergüenza. Espero que no dejen tirada a Soledad Murillo. Y no lo digo porque ella puede quedarse tirada, ya que ahí tiene su cátedra en la Universidad de Salamanca (no es el caso, como les sucede a otros). Digo que Soledad, por méritos propios, y no por el dedazo de un barón, podría ser una magnífica ministra. De todos modos, le deseo lo mejor a la nueva ministra, y espero que lo haga muy bien a pesar de su juventud. Y digo a pesar porque yo me recuerdo a su edad…., y la verdad es que era una pipiola por más lista y vital que fuera. Me faltaba lo fundamental: la experiencia.

Y una apostilla: ¿qué es eso de Ministerio de Igualdad? La igualdad es un principio que lo hemos convertido en burocracia asistencial. Ahora resulta que las mujeres somos un “colectivo” desfavorecido, y que nos igualan con los gitanos, los inmigrantes, las personas con discapacidad, los ancianos abandonados, los niños de la calle…. Cuando somos el 51% de la población. En fin, que sigue funcionando lo del victimismo. Pero no para hacer política, sino para hacer parroquia. Desde el papel y la imagen de víctimas, nuestro principio de realidad se estrecha más y más, por muchas flamantes ministras que tengamos. Desde el victimismo, perdemos el horizonte de lo posible creativo como promesa de futuro y realidad de presente.

CASANDRA.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Victoria.

LLegué aquí desde el buscador de mi blog, buscando la palabra ministras. Ahi en ese post del 2007 me quedado reflejado. Tus post me gustan mucho. Saludos

Anónimo dijo...

A mi megusta tu blog, y a ti, te gusta la música?

Anónimo dijo...

Me ha parecido muy bueno tu post, estoy completamente de acuerdo.
Por cierto también me gusta tu blog y lo suelo visitar a menudo.

Saludos,
Edurne

Anónimo dijo...

Es curioso que cualquier funcionario para llegar a serlo deba pasar un proceso selectivo, normalmente bastante duro, pero sin embargo aquellos que ocupan los altos cargos de la administración que también son funcionarios son elegidos a dedo. En qué se basa un presidente de gobierno, califa, para elegir a los distintos y distintas ministros y ministras. De todas formas el hecho de que se haya creado un Ministerio de Igualdad y que haya paridad en el gobierno ayuda bien poco a la sociedad en general y a la mujer en particular.

Los organismos que deben trabajar para las mujeres se han convertido en oficinas generadoras de papeles llenos de palabras que no pueden llegar a comprender las mujeres de la calle, las que se encargan del mantenimiento del hogar, aquellas que cada vez les cuesta más llenar la cesta de la compra y hacen auténticos malabarismos matemáticos para llegar a fin de mes. Instituciones que se han creado se supone que para la mujer, se han alejado de la mujer real y andan divagando con definiciones abstractas de lo qué es o no es el feminismo.

Anónimo dijo...

Me parece muy acertado todo lo que dices sobre el nuevo gobierno.Yo comparto contigo mi preocupación por la ministra de igualdad.Estamos muy hartas de enseñar a principiantes.¿No había ni una sola mujer feminista y con experiencia en todo el PSOE? ¡Por favor! ya les vale.
Soledad Murillo está de vuelta a sus clases y sus quehaceres universitarios.Así es la política...cosa de chicos.

Anónimo dijo...

Lo del Ministerio de Igualdad me parece un insulto a la mujer. Todos los diversos ministerios deberian ser de igualdad, como ejes transversales en su cometido. Ponen a mujeres sin experiencia y en muchos casos de !horror!... Luego lo hacen fatal y el resto quedamos como impresentables y como nada preparadas. Este ZP quiere quedar bien, o algo así y se piensa que somos unas gilipollas (con perdón). También me parece insultante el haber puesto a Carmen Chacón en Defensa. No por ser mujer, ni por estar embarazada !ni mucho menos !Pero creo que es vergonzoso que esté ahí una persona que hace nada se decia "TODOS SOMOS RUBIANES" y claro, ese señor (por decir algo) hizo unos insultos soeces y bochornosos sobre España. Algo que no ocurre en ningún país del mundo . Lo digo porque he viajado mucho. Lo que pasa en este gobierno no tiene NOMBRE. En fín paciencia...

MujeresNet.Info dijo...

Hola Casandra!

Te invito a darte una vuelta al nuevo MujeresNet.Info, y a cambiar la dirección del link con el que la tienes enlazada. Ahora es http://www.MujeresNet.Info

Ya te enlacé desde la nueva dirección. Saludos solidarios
Elsa

Victoria Sendón de León dijo...

Querida anónima; no me confundas. Yo no pongo en duda el que la nueva ministra de Igualdad lo vaya a hacer muy bien, ni me parece mal que en Defensa hayan puesto a Chacón...¡qué va! De lo que yo me quejo es de que a Soledad Murillo la hayan despejado a corner, prevaleciendo otros intereses políticos puramente partidistas, pero no los intereses de las mujeres. Y eso se nota enseguida. Las mujeres no vamos a quedar mal con Bibiana Aído, ya lo verás. ¿Crees que con Esperanza Aguirre estamos quedando muy bien? Tiene que haber de todo: esa es la normalidad.
CASANDRA

Anónimo dijo...

La persona que ha ecrito sobre las ministras, no está confundida respecto a lo usted a comentado. En su comentario dice con toda claridad "una jovencita sin experiencia, que seguro trae Chaves... Y que a su edad era una pipiola etc. Y con la Chacón también ha habido opinión. No es raro que alguien lo comente. Lo que me hace gracia es la actuación a la defensiva !también Esperanza Aguirre etc... !clsro que hay muchas cosas de ella que no me gustan ! Pero esta persona hablaba de "ministras", no de nadie más . En fin !como se ve el plumero a algunas!

Victoria Sendón de León dijo...

Mi plumero, desde luego, no corresponde al de una acólita del PSOE. ¡ Lo que me faltaba! Lo que pasa es que yo estoy dispuesta a defender a la nueva ministra al tiempo que critico esos modos de hacer política de los que "deciden".
CASANDRA

Anónimo dijo...

Pues he llegado a tu blog de casualidad, por la fiera literaria. Sigo la política española porque tengo la nacionalidad, ya que mis padres son exilados, y por tanto me interesa lo que pasa o deja de pasar por allá. Yo vivo en México y te puedo decir que en materia de igualdad de géneros acá la cosa está bastante peor. En el gobierno federal ni sabemos que existe el tema. Por lo menos en la Ciudad de México el gobierno local se hace un poco mas cargo y se intenta desarrollar políticas transversales de género. Creo que no se debe echar en saco roto lo que implica como gesto, como mensaje, el que una mujer y embarazada dirija las fuerzas armadas. Saludos Mireya