21.9.07

EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

No me extraña nada que la jerarquía de la iglesia católica esté en contra de esta nueva asignatura para educar a la muchachada en ciudadanía. No me extraña nada en la línea ya marcada por Agustín de Hipona en “La Ciudad de Dios”. Allí se propone la intermediación del poder eclesiástico como la vía adecuada y única para la relación del cristiano con Dios. Ahí ya no hay ciudadanos, sino creyentes; las cuestiones temporales desparecen frente a la importancia de los deberes con la divinidad; y la autonomía del individuo es abducida por la sacrosanta obediencia a dicha jerarquía. ¡Menudo chollo se les va de las manos! Cierto que la mayoría de la gente ya no les hacía ni caso, pero ahora que se les suman la derecha política, ciertas asociaciones de padres de alumnos, la patronal de los colegios privados y toda la corte de los milagros….., pues nada, que se han crecido. Si a eso se le añade que el nacionalismo baraja todavía el concepto de “pueblo”…., lo tenemos crudo.

Claro que una buena educación para la ciudadanía también tendría que poner firme a la clase política, porque la verdadera ciudadanía no admite intermediarios entre ella y los asuntos de la polis. Elige sus administradores, eso sí, y los depone si no cumplen su cometido. Ya en Atenas, el autogobierno democrático se fundamentaba en cuatro pilares fundamentales: designación por sorteo de los cargos, rotación de los mismos, brevedad de los mandatos y remuneración de los cargos públicos para evitar todo tipo de corrupción o abuso de poder. No pongo como ejemplo supremo a Atenas, en cuya democracia estaban excluidos metecos, esclavos y mujeres, pero en lo del gobierno nos daban cien vueltas. Claro que en Gortina, en Creta en la misma época, las mujeres eran ciudadanas de pleno derecho, pero eso se ignora o se oculta, como si la situación de sometimiento de las mujeres hubiera sido siempre y en todas partes. De eso nada.

De todos modos, no sé por qué se han complicado tanto la vida con esta nueva asignatura. Lo que hay que retomar es la Filosofía en todos los cursos desde pequeños, porque aprender no significa procesar información, sino generar pensamiento, que es lo que pretende la Filosofía. Pero ¿a quién le interesa eso? No al capital, que se nutre del consumo entontecido; no a las iglesias, que anteponen la fe a la razón; no a la clase política, que lo que buscan son votantes ideologizados. Sin embargo, en el estudio de la Filosofía se encuentra toda la educación posible para la ciudadanía (en la Filosofía también incluyo el pensamiento de las filósofas feministas). Y, sobre todo, toda la educación posible para la LIBERTAD.

CASANDRA

1 comentario:

Irene Sasa dijo...

Pues supongo yo que se complican la vida para que todo siga igual. Es lo que suele suceder en estos casos. Las reformas sólo son la apariencia de un cambio y el sistema necesita aparentar que cambia para seguir siendo el mismo.
Y sí, estaría bien recuperar el amor por Sofía, esa que enseña que en el no saber está toda nuestra esperanza.
Aunque mejor aún sería si los niños no tuvieran que trabajar desde que van a la guardería.