No me extraña nada que la jerarquía de la iglesia católica esté en contra de esta nueva asignatura para educar a la muchachada en ciudadanía. No me extraña nada en la línea ya marcada por Agustín de Hipona en “
Claro que una buena educación para la ciudadanía también tendría que poner firme a la clase política, porque la verdadera ciudadanía no admite intermediarios entre ella y los asuntos de la polis. Elige sus administradores, eso sí, y los depone si no cumplen su cometido. Ya en Atenas, el autogobierno democrático se fundamentaba en cuatro pilares fundamentales: designación por sorteo de los cargos, rotación de los mismos, brevedad de los mandatos y remuneración de los cargos públicos para evitar todo tipo de corrupción o abuso de poder. No pongo como ejemplo supremo a Atenas, en cuya democracia estaban excluidos metecos, esclavos y mujeres, pero en lo del gobierno nos daban cien vueltas. Claro que en Gortina, en Creta en la misma época, las mujeres eran ciudadanas de pleno derecho, pero eso se ignora o se oculta, como si la situación de sometimiento de las mujeres hubiera sido siempre y en todas partes. De eso nada.
De todos modos, no sé por qué se han complicado tanto la vida con esta nueva asignatura. Lo que hay que retomar es
CASANDRA
1 comentario:
Pues supongo yo que se complican la vida para que todo siga igual. Es lo que suele suceder en estos casos. Las reformas sólo son la apariencia de un cambio y el sistema necesita aparentar que cambia para seguir siendo el mismo.
Y sí, estaría bien recuperar el amor por Sofía, esa que enseña que en el no saber está toda nuestra esperanza.
Aunque mejor aún sería si los niños no tuvieran que trabajar desde que van a la guardería.
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