7.1.08

SER MUJER


En el aniversario de Simone de Beauvoir

Para muchos, ser mujer no será más que un dato biológico. Para quienes hemos leído a Simone de Beauvoir, “ser mujer” significa todo un programa de vida, ya que “no se nace mujer, se llega a serlo”. Nacemos “hembra humana”, pero ser mujer supone superar lo biológico sin anularlo, claro.

Para Benazir Bhutto sin duda que ha sido un programa, tal vez a su pesar, un programa que se trocó en destino. No digo que si hubiera sido varón no habría sido asesinada, pero siendo mujer en un país mayoritariamente musulmán y habiendo sido la única presidenta en estos países, estaba cantado que no iba a durar mucho en un ambiente de integrismo patriarcalista. “No tengo miedo”, proclamó Benazir al volver a su país después del exilio. Afirmar semejante estado de ánimo en un mundo en el que lo más importante parece ser la seguridad después de meternos el miedo en el cuerpo las veinticuatro horas del día, supone una verdadera hazaña. Lo demostró exponiéndose a la multitud. Ignoro si habría sido ahora una buena gobernante, pero con su muerte se ha convertido en un mito, como Indira Gandhi, que también fue asesinada.


Sin embargo, hay muchos modos de asesinar a las mujeres. Fue lo que le sucedió a Ségolène Royal con los machitos de su partido, cuyo frenético lema acomplejado era el de “todo salvo Ségolène”. Esos tarados que ladraban diciendo que ella no era lo suficientemente izquierdista y hoy están en el gobierno de Sarkozy o presidiendo organismos internacionales de marcado tinte neoliberal.


También tenemos otros muchos modos de asesinarnos a nosotras mismas, es decir, de suicidarnos. Aspirar a la “igualdad” como meta política suprema no pasa de ser una mediocridad. Tal vez en muchos momentos tuvo sentido, como cuando Olimpia de Gouges enarboló sus derechos de la mujer y de la ciudadana, pero hoy tendríamos que ponernos metas más sustantivas. Mientras estamos luchando por la igualdad nos olvidamos de que lo urgente y lo importante es cambiar el modelo de mundo, el paradigma viril por el que se rigen la igualdad y la diferencia mismas. Porque no creamos que reivindicar la diferencia supone partir de un paradigma político y mental superador del anterior. Todavía no.


“Ser mujer” hoy, como programa, para mí significa: confiar, siempre, en las posibilidades de lo humano, de ese ser que gestamos y alumbramos en comunión con la vida; elevar nuestro nivel humano al máximo de lo posible creativo, y no de lo limitado masculino; concebir de nuevo el mundo, un mundo en el que tome cuerpo la equidad, la empatía, la sabiduría y la alegría de existir; levantar la enseña de la liberación, de la rebelión, de la libertad a la medida de lo humano; desplegar la inteligencia dormida, la experiencia viva, y los deseos latentes para la construcción de ese mundo que soñamos.

Puedo seguir diciendo generalidades, todo para comparar la posibilidad de propuestas superadoras hasta el infinito de aquello de aspirar a la igualdad con el varón. En realidad esto último es lo que propuso Simone de Beauvoir, pero en su tiempo ya fue mucho. Nos abrió las puertas, pero hoy hemos rebasado aquel horizonte. Me parece deprimente lo que afirma Marie Hélène Bourcier sobre Beauvoir: “Es importante que haya demostrado que la masculinidad no estaba reservada a los hombres sino que se trata de un signo cultural y social accesible a todas”. Total, que pasamos de la biología como destino a la masculinidad como aspiración…..pues vaya plan.


Gracias, Simone, seguiremos pensando, actuando, imaginando políticamente; seguiremos amando la libertad.

CASANDRA

“Nací a las cuatro de la mañana, el 9 de Enero de 1908, en una habitación de muebles lacados de blanco que daba al bulevar Raspail”

(Memorias de una joven formal)








10 comentarios:

margarita dijo...

Gracias a Simone y a todas las mujeres que han luchado por que la humanidad por fin consiga darse cuenta en el abismo en que cayó (y sigue cayendo) al desconocer, someter, ensuciar, prostituir, vender, explotar, etc.... todo lo que diga relación con lo femenino (incluidas las mujeres, la naturaleza, los pueblos originarios, etc)....

Parece que es imposible no decir generalidades, pero yo apuesto a que aquello es un signo de humildad para llevar a cabo la tarea y también de no querer enroscarse en la discusión feminista tan básica a que hacías mención, que aspira a la masculinización de todo el mundo, como la absurda reivindicación del derecho a ser hombres...

Anónimo dijo...

Esa frase de Beauvoir me hace recordar:

Woman is not born: she is made. In the making, her humanity is destroyed. She becomes symbol of this, symbol of that: mother of the earth, slut of the universe; but she never becomes herself because it is forbidden for her to do so. Andrea Dworkin

Un saludo y feliz comienzo de año ;)

Irene Sasa dijo...

Difícil tarea, ¿pero dónde está escrito que sea fácil?
¡Tantas antes, tantas después!
Salud. NI.

No Amarás dijo...

Yo digo que cuando alguien sabe que es sensual siendo sí mismo, no hay más que hacer que relajarse, y disponerse a disfrutar...

Anónimo dijo...

ES TRISTE QUE TODO PARECE BASARSE EN SER HOMBRE O MUJER, ES QUE ACASO NO ESTAMOS CON ELLO HACIENDO LO MISMO QUE LOS HOMBRES, ES MAS IMPORTANTE RECONOCER AL SER HUMANO COMO TAL, AL MIEMBRO DE UNA COMUNIDAD, DE UNA SOCIEDAD Y QUE ACTUA DE ACUERDO A PRINCIPIOS DE INCLUSION DE TODOS SIN DISTINCION DE SEXO, COLOR, ETC, SOLO TOMANDO EN CUENTA LAS CAPACIDADES DE CADA UNOY NO DE ACUERDO A EL SEXO, NO QUEREMOS IGUALDAD DE SEXOS, QUEREMOS IGUALDAD Y PUNTO.

Anónimo dijo...

si, pero como obviar los sexos cuando todavía el discurso de género tiene como resultado un paradigma masculino tan nauseabundo...

nos hemos pasado largo tiempo observándonos, empoderándonos, redefiniéndonos como mujeres, pero siento que mientras ellos no se redefinan como hombres según criterios menos violentos, egocéntricos y opresores, dificilmente conseguiremos ningún tipo de igualdad o justicia...

¿como transformar la cultura hasta ese extremo? ¿como lograr que entiendan que la transformación parte de todos, hombres y mujeres?

¿liberación? aún estamos pagando un elevado precio por nuestra liberación, y aún tenemos que cargar con mochilas que no se reparten igualitariamente porque ellos no quieren liberarnos, ni liberarse...

¿qué hacer? ¿como vencer este desaliento? ¿como continuar creyendo en el ser humano y su capacidad de transformación cuando solo parece querer transformarse una mitad de la humanidad? (la oprimida, y a veces ni esa..)

ay, lo siento, por un momento perdí la fe...

Anónimo dijo...

No he podido dejar de acordarme de M.L. King o de M. Gandhi.
¿Tan duro resulta para una mujer parir un varón? Pensaré en eso.

librepeseatodo dijo...

a mi me resulta un cierto comflicto aún por resolver el hecho de tener un hijo varón ¿como educarlo respetando su masculinidad pero trascendiéndola? ¿como no transferirle mi resentimieno ante el macho? ¿como transcender ese resentimiento yo misma?

sé que no basta con culparles, sé que el trabajo tenemos que hacerlo nosotras mismas... pero ¿como hacerlo sin ellos?

Señor De la Vega dijo...

Señora Casandra,
Hace tiempo leo algunas de sus entradas, y aunque no puedo estar en muchas cosas de acuerdo; me gusta la estructura de sus razonamientos.
No confíen en los cambios que los varones hagan, sino en la estructura que permita que los cambios se produzcan. El proceso por suerte en occidente se ha iniciado, es irreversible por fortuna, pero no nacerán nunca, ni hombres ni mujeres educados, y para mi, sería terrible que así fuera.
Por lo tanto siempre asumiremos igual responsabilidad, ¿aprenderemos a ser responsables?
Besando su mano,
Z+-----

Emilio dijo...

Me he tomado la libertad de comentar en mi bitácora: Personas, no género, el párrafo que hace referencia a lo desfasado de la lucha por la igualdad, pues seguramente no coincidiremos en muchas cosas pero en que para las políticas feministas la igualdad hoy no es un objetivo, en eso sí lo hacemos plenamente.

Un saludo