BARCELONA RESISTE

Continúo de observadora activa del movimiento de Resistencia en nuestras plazas, y hoy lo más relevante son los acontecimientos de la Plaça de Catalunya en Barcelona. La carga de los mamelucos del Conseller Puig ha sido brutal contra gentes inermes que no han opuesto ninguna violencia, sólo sus manos levantadas en son de paz. Este salvajismo ha conseguido el efecto contrario del que se pretendía: de inmediato, en todas las plazas de España, los congregados ofrecían flores a quienes pasaran por allí, incluida la policía que pudiera acercarse.

Unas horas después del violento desalojo, la plaza fue tomada de nuevo por 12.000 personas esta vez ¡un llenazo! La gente ya no tiene miedo y ese es el mayor síntoma de que este sistema va a cambiar. Pero ¿por qué ayer tanto desmán? No hace falta ser una lince para adivinar que hoy sábado el Barça puede ganar no sé qué partido o liga o campeonato y, claro, los forofos tendrán que celebrar su triunfo en esa plaza emblemática de todas las victorias: un acto de exaltación y orgullo patrio.

CiU acaba de hacerse con el Gobierno de la Generalitat, un partido nacionalista de centro-derecha que, por supuesto, va a primar cualquier acto de ese tipo, chorreando orgullo por la barretina. Sin duda que el Conseller se siente arropado por todos los culés. ¡Y ahí va eso! ¡Car...guen! Se les ha visto el plumero desde Madrid a Sevilla pasando por los cerros de Úbeda. Cuantos más actos de desalojo y violencia, mayor será la resistencia, más gente se irá contagiando. ¿No han oído hablar de la 'resonancia mórfica' de Rupert Sheldrake? Bien, cuando el miembro de una especie inicia una nueva conducta, ésta produce un cambio imperceptible. Si esta conducta se repite, la novedad se va extendiendo en el espacio y en el tiempo a toda la especie, llegando a producir en muchos casos una masa crítica que da un vuelco a 'lo de siempre'. Este Movimiento confirma la teoría de Sheldrake.

En Madrid una chica lo ha sabido expresar divinamente en su pancarta: SI BARCELONA NO TIENE MIEDO, MADRID NO TIENE POR (miedo en catalán). Cuando la gente no tiene nada que perder, entonces pierde el miedo. Bueno, siempre puede perder la vida (como en Siria, en Túnez, en Egipto, en Yemen o en Libia), pero aquí se supone que no llegará la sangre al río, aunque sí ha llegado a las piernas, la cabeza o el costillar de los desalojados con 121 heridos. ¿Hacía falta todo esto? Cuando están tan desnortados no se les ocurre otra cosa, porque la clase política no está por la labor de cambiar nuestro sistema democrático ni económico.

Cuando a España le toque el 'rescate' del FMI, que le va a tocar porque está programado, no saben lo que se van a encontrar. Yo empezaría a pensar en cambios reales para una democracia real. YA.