Una habitación de hotel de 3.000 €, un coche de cien mil, una esposa millonaria, Presidente del FMI que predica austeridad, recorte en sueldos, en pensiones y en los presupuestos sociales; que permite el rescate de los bancos con dinero público, que no impide la des-regulación de las finanzas ni los paraísos fiscales. Este hombre iba a presentarse a las elecciones presidenciales francesas como líder del Partido Socialista.
Este hombres, este macho -Dominique Strauss Kahn-, está acusado de abuso sexual, de retención ilegal y de intento de violación contra una camarera del hotel neoyorkino en el que se alojaba. Y la cuestión es que no es la primera vez. Él mismo confesó que su punto débil eran las mujeres. ¿Las mujeres? Será su descontrol de la testosterona, digo yo. Es patético que hombres como él, como el sátiro Berlusconi y otros muchos visitantes del Vila Certona estén dirigiendo un mundo tan convulso como el actual.
Siempre he dicho que la crisis económica estaba escondiendo una crisis política, es decir, una crisis de voluntad política para tomar otro rumbo que no sea abocarnos a una nueva sociedad feudal. Hoy añado que la gran crisis radica en el modo patriarcal y androcéntrico de concebir la economía, la política y el mundo.
La re-evolución la tendremos que hacer entre toda la ciudadanía, pero tanto mujeres como varones tendremos que plantearnos que el cambio no consiste en un cambio de caras o de siglas, sino de valores. Estos ya no sirven.
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