23.7.09

CAOS, AZAR Y COSMOS

CAOS, AZAR Y COSMOS

Anoche me dormí leyendo un libro, que recomiendo, sobre las crisis económicas: “El crash del 2010” de Santiago Niño Becerra. Bien, al despertarme esta mañana tenía en la mente esas tres palabras que me sirven de epígrafe. No sé cuál será la conclusión del autor, porque recién ando por las primeras páginas, pero también me desperté con la cuarta palabra del puzzle, la clave final para entender todo lo anterior: EVOLUCIÓN.
Las leyes de la Naturaleza no hay quien se las salte, tampoco la sociedad, y pienso cuánta gente es consciente de la situación que atravesamos, supongo que mucha, pero desde luego la que no se entera es la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales). No se ha dado cuenta de que su modelo ha finiquitado: la maximización del beneficio. Es la ley de la evolución. ¿Por qué? Porque esa maximización está sustentada en la desocupación, el consumismo feroz, la rebaja de las prestaciones sociales, la desesperanza de la gente, el malestar social, la explotación por la deslocalización, la corrupción de los políticos y de las empresas (en las que ya se incluyen las mafias organizadas), el endeudamiento galopante del Estado y de las personas. No va más, la suerte está echada: los dados cabrilean ya en el aire. El modelo que sigue pretendiendo la CEOE está periclitado porque es insostenible.
Cuando un modelo ya no sirve, desaparece. Pero desaparece entre convulsos estertores. Aquí entra en escena el CAOS. El Caos supone un período de adaptación a la nueva situación que vendrá. Pero esa nueva adaptación también tendrá un componente de AZAR: ¿Cómo influirán, por ejemplo, cuestiones imprevistas como la epidemia de la gripe A? ¿Son controlables los posibles levantamientos sociales de gentes desesperadas?
Esas variables de CAOS y AZAR, sin embargo, están regidas por la ley de la EVOLUCIÓN. Y la ley evolutiva nos dice: “No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, ni tampoco la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”. Y Lynn Margulis afirma que “no se adapta mejor el que combate, sino el que coopera”. Aquí está la fórmula.
El Proyecto Venus, que recomiendo también buscar en Google, prevé un cambio profundo en el protagonismo social: los grandes hoy, caerán mañana. Y de las prioridades: la ciencia, la tecnología y la educación. No es el capital el que nos salvará, sino las nuevas fuentes de energías renovables, los nuevos transportes, la nanotecnología, la nueva educación enfocada a saber vivir y no a ser competitivos. Si somos capaces de atravesar este Caos que llama a las puertas con una voluntad de adaptación cooperativa, sobrevendrá un COSMOS organizado, es decir, un nuevo paradigma de convivencia y progreso. Un horizonte más lejano que éste, ninguno de los que estamos vivos podremos vislumbrarlo. El reto actual es el de atravesar el Caos lo mejor posible mientras buscamos cooperativamente nuevos modelos. ¡Salud!
CASANDRA

1.7.09

¿QUÉ ADMINISTRA LA ADMINISTRACIÓN?

¿QUÉ ADMINISTRA LA ADMINISTRACIÓN?
Patético. Caótico. Ridículo. Tercermundista. Escandaloso. .. Va bene. Son epítetos que me asaltan a borbotón nada más mencionarla, porque una Administración al servicio de los partidos políticos no hace más que engordar una “partitocracia” descarada. Ya sé que con este escrito igual me juego las subvenciones que como migajas le concede esa Administración a la Fundación que presido, pero mi urgencia ética está por encima de esas miserias. Pienso más en otras y otros que en mi misma. Y no por generosidad, sino por justicia.
Nuestro dinero se está escapando por las miles de tuberías “pinchadas” que atraviesan el territorio de norte a sur, de este a oeste. Yo estoy en el sur –ahora- no sé si por mucho tiempo. Pero es que cada día me entero de algo nuevo, y amigos funcionarios, después de largar, aún miran para abajo y añaden: “¡Si yo te contara!” O sea, que hay más, mucho más. ¿Por qué no lo cuentan?
El espectáculo es circense. Te dan una miseria para proyectos de una categoría que no se merecen, proyectos que ni siquiera evalúan porque les importa un bledo su calidad o su eficacia, pero luego controlan de modo absurdo los montones de papeleo que no sirven para nada. Las subvenciones llegan tarde -¡tardísimo!- y en un mes tienes que hacer a “mata caballo” lo que requiere un año para hacerlo bien. Siempre tengo que poner dinero de mi bolsillo mientras ellos se pasean en sus coches oficiales con sueldos astronómicos y visas-oro para sus cuchipandas.
Los “cargos de confianza” de miles de ineptos se comen unos porcentajes del presupuesto que no podéis ni imaginar; y luego te piden que des conferencias gratis total mientras los Congresos que montan llevan aparejados hoteles y cenas fastuosas. Y no digamos las “empresas públicas” que se crean para cualquier cosa, pero, claro, ¡tienen a tantos que colocar! Además de ser una tapadera para financiar a los propios partidos, cuando no montan delegaciones en el extranjero para difundir la cultureta local por todo el mundo mundial. Carguitos y jubilaciones doradas que un país empobrecido no se podría permitir, pero, voilà, estamos en el G-8 y eso lo disimula todo.
Compramos futbolistas a precio de rey Midas y para eso sí hay créditos, mientras Florentino firma con las Diputaciones y Mancomunidades contratos fabulosos para llevarse con su empresa CLECE toda la pasta de la “ley de dependencia”, por citar sólo una partida, cuando grupos de mujeres se han formado para hacer cooperativas para ese fin y se quedan fuera, eso sí, contratadas por CLECE por una miseria.
Mucho “think tank”, pero aquí no se ve ni una idea brillante; mucha “alianza de civilizaciones” para dar dinero a los ayatolás y hacer mezquitas, mucho concordato con la Iglesia para que la enseñanza pública siga en caída libre, alimentando una generación de fracasados que ni estudian ni trabajan.
Podría continuar con el pliego de descargos para pinchar esta enorme burbuja que, como la económica, va a estallar de un momento a otro. Están desperdiciando la fuerza, la energía y las ideas de gente generosa que sí quiere hacer cosas por este país. Yo no sé por qué callan. ¿Tienen miedo? Pues desde el miedo no se cambia el mundo, queridas y queridos.
¿La historia les pasará factura a los que deciden en este circo? Esta vez creo que sí, porque el “espíritu de los tiempos” viene justiciero. Animo a mis lectores a que cuenten las cuitas de sus asociaciones y los agravios comparativos que estamos soportando como tontos útiles. Eso sí, ¡viva Kaká!
Ya sé que yo sólo tendría que escribir sobre ideas, pero alguien tendrá que decir que “el rey está desnudo”, o sea, que todo es apariencia y cuento chino.
CASANDRA