Cuando pensaba en Grecia, mis referentes siempre se perdían en la Grecia de los mitos, del pensamiento, del arte: la Hélade. Era una Grecia imaginaria hecha a la medida de mis sueños, que he recorrido (ni mucho menos en su totalidad) con la mente llena de historias y leyendas fabulosas; que he pisado como lugar sagrado en el que se inició la democracia (imperfecta) y el pensamiento filosófico. Pero hoy, me duele Grecia, también la real, sobre todo la real.
Sin duda que apostar contra la deuda griega tendrá como recompensa que los mas desaprensivos especuladores del planeta hereden las islas más bellas, aquellas que hollaron diosas y dioses, amazonas y héroes, ninfas y centauros, aquellos personajes míticos que velaron los sueños y las pesadillas de nuestra cultura europea. Salvan el euro, pero hunden Europa. Ya verán cómo después de los recortes draconianos vendrán las ventas a precio de saldo, aunque hay cosas que no deberían tener precio.
¿A qué magnate gordo seboso le corresponderá la bella isla de Cytera, donde Afrodita posó sus delicados pies tras surgir de las aguas espumosas del Egeo? ¿Qué yate singular podrá amarrar su lujosa prepotencia en Lemnos, primera escala de los Argonautas camino de la Cólquide? ¿Qué será de Icaria, lugar de enterramiento del joven Ícaro, que quiso volar hasta el sol? ¿Se convertirá en Icarolandia en manos de cualquier banquero ignorante?
¿Y Naxos, la fértil Naxos? Sólo nos quedará el llanto de Ariadna, abandonada por Teseo. O el eco de sus risas cuando fue liberada por Dionisos, el dios de los embriagantes, errante y bullicioso. ¿Y Kíos? ¿De quién será Kíos? La tierra donde Hipócrates ejerció su sabia medicina, con sus aguas saludables, donde los pacientes -en el templo de Esculapio- soñaban sus males y recibían el don de la sanación.
¿Qué potentado pederasta disfrutará de la isla de Delos? La que fue origen del sirtaki cuando Teseo y sus compañeros, junto al altar de los Cuernos de Consagración, iniciaron la danza del laberinto tras un sacrificio a Apolo. ¿Se atreverán a construir un complejo hotelero en la remansada playa de Ligia en Ítaca? Ítaca, patria de todos los sueños, final de un viaje sin final porque es arquetípico. ¿Hollarán con sus pezuñas la cuna de la poesía griega? La memoria de Safo y Alceo quedará entonces sepultada para siempre en el submundo de Lesbos, la isla verde del amor y el gozo.
Espero que no se atrevan con Creta. ¡Ah, entonces! De todas partes del planeta acudiremos para rescatar y desvelar al mundo aquella cultura originaria de las Madres, las Diosas, las Sacerdotisas, las Amazonas. Aquella isla guarda, aún hoy, el recuerdo de que otra vida y otro modo de habitar el mundo fueron posibles.
Que tengan un buen verano. Cierro el chiringuito hasta septiembre.
1 comentario:
No me extraña que se sienta desolada viviendo en el mundo en el que parece vivir, pero consuélese porque a lo mejor es Zeus disfrazado (¡le gustaba tanto!) de banquero seboso el que acude a salvar a la Grecia de hoy, donde enterrados los dios@s (benditos viciosos y perversos dios@s) los griegos luchan por sobrevivir, como tanta gente, a los peligros de los monstruos de los tiempos presentes en los que tenemos que apañarnos con un solo Dios y aun parece que está de más.
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