Tengo una muy buena noticia para el Nuevo Año: el mundo tiene arreglo. En realidad es muy fácil. Lo que pasa es que a lo largo de la Historia patriarcal se han ido asentando tres castas que son las que lo han distorsionado todo, las que han mantenido el mal en el mundo a favor de sus propios intereses.
El engaño ha sido perfecto, porque estas tres castas representan precisamente a la élite que tendría que impulsar el devenir humano hacia la excelencia. En primer lugar, la casta religiosa, de la que cabría esperar que ejerciera de consuelo espiritual, apoyo moral, compasión activa, sabia orientación y amor desinteresado hacia todos los hijos de un dios que ellos dicen representar. Mire, compare….
En segundo lugar, la casta empresarial, esos audaces pioneros, emprendedores, de espíritu aventurero y arriesgado cuya misión sería la de promover la riqueza y el bienestar material de unos usuarios y consumidores que les retribuirían de acuerdo con su bien hacer y competencia profesional. Mire, compare…
En tercer lugar, la casta política, ese cerebro organizador de todo lo demás, llamada a ser intermediaria entre la ciudadanía y los bienes y recursos, el capital cultural, la investigación científica, los derechos y libertades, las leyes y la armonía social, la felicidad posible de unos humanitos que no hemos venido a este mundo para sufrir precisamente. Mire, compare…
Total, que estas tres castas nos lo están poniendo cada vez más difícil. Yo no digo que el resto seamos mejores que ellos, lo que digo es que aquel o aquella que sienta la llamada del liderazgo, que, por favor, se exija mucho más que los simples mortales, y, sobre todo, que les exijamos nosotros mucha más calidad humana y competencia práctica. Sólo sería cuestión de mantener el poder sobre los filtros de acceso, así como de los resortes de exclusión inmediata en caso de falta o error. Estas tres castas deberían estar formadas por lo más selecto y generoso de la especie humana. Y, sobre todo, dejarían de ser castas para pasar a ser elegidos servidores de la gran familia humana.